miércoles, diciembre 21, 2005

LA CULTURA RASTAFARI



Africa en la sangre

El rasta promueve la igualdad y la paz entre los hombres. Cualquiera puede ser rasta, sin distingo de raza o nacionalidad.
(Tamara Del Moral )

Blessings! (¡Bendiciones!) es el saludo del rasta a otro "hermano". Rastafari es un estilo de vida que respeta la naturaleza y promueve la paz entre las personas, pues considera que todos son hermanos con un mismo origen: África.
En algunas partes del mundo se considera como una religión. En Panamá es un movimiento con ideología social, política y religiosa.
Para Ricardo Richards, consejero de la Alianza Rastafari de Panamá, "es un concepto de convivencia armónica con la naturaleza y con nuestros semejantes".
Según Gilberto Toro, investigador social que pertenece a esta cultura, "no es brujería, no es una secta, no es una creencia moderna. Nuestras raíces religiosas están en Etiopía y en el Antiguo Testamento copto".
El movimiento rastafari surgió del sentimiento de opresión y de explotación de los grupos negros en el Caribe por el sistema social injusto. Para ellos, su liberación sería posible con la repatriación, es decir, al volver a África.
Sus orígenes en Panamá se remontan a los inmigrantes caribeños, principalmente de Jamaica, que vinieron para la construcción del ferrocarril y del Canal. Leonard Percival Howell, Joseph Nathaniel Hibbert y Archibold Dunkley, fueron los principales gestores de la filosofía rasta en el istmo.
Howell fue el primer propulsor de la divinidad de Haile Selassie I, antes llamado Ras Tafari Makonnen, coronado emperador de Etiopía en 1930. Para los jamaicanos, Selassie, llamado también el León Conquistador de la tribu de Judá, representaba a Dios en la tierra, y con su coronación, se cumplía una parte de la "profecía" de que en África sería coronado un rey negro y la liberación estaría cerca.
Según la filosofía rasta, Dios es Jah Rasta, y está en cada persona. Algunos alaban a Selassie como su Dios. Otros creen que no es así, pero le tienen un gran respeto y se refieren a él como "Su Majestad" .
La filosofía rasta destaca una única raza: la humana. Richards explica que "si la raza es lo que nos tiene a los humanos divididos, queremos revertir a una unidad y que haya derecho de convivencia armónica, respeto, prosperidad, paz y amor". Existen rastas en todo el país, destacándose grupos en Colón, Arraiján, La Chorrera, Panamá y Bocas del Toro. Hombres, mujeres y niños pueden ser rastafari, sin importar el color de su piel.
La música es una manera de propagar su mensaje. Tienen ceremonias con cantos, tambores y maracas. Antes los cantos eran contra el opresor blanco, ahora son de alabanza.
La cultura ha evolucionado, aunque aún hay algunos más radicales y estrictos en la práctica de sus costumbres.

DATOS CLAVES

COSTUMBRES Y SÍMBOLOS RASTA

COLORES - Los colores tradicionales de Etiopía identifican al rastafari: rojo, que simboliza la sangre, amarillo por las riquezas extraídas de África, y verde, que representa la naturaleza. Además, los rastas consideran que son colores que atraen e irradian energía positiva, por lo que predominan en sus artesanías: collares, aretes, pulseras, llaveros, pañuelos y gorros tejidos.
ECOLOGISTAS - Los rasta se preocupan por el ambiente. Para ellos es importante vivir en armonía con el entorno. Utilizan materiales que encuentran en la naturaleza para fabricar sus artesanías, como caracoles, conchas, semillas, hojas, y bambú. Están en contra de los productos químicos y fabrican esencias perfumadas, aceites, cremas, y productos para el cabello, con plantas, flores y frutas, como el coco.
LA MUJER RASTA - Yesury Nurse (Jahsuri), de 23 años, cuenta que ellas usan faldas y vestidos, casi nunca pantalones. No se maquillan, y si lo hacen es con productos naturales. Se cubren el cabello con turbantes, y algunas usan accesorios como aretes y collares. La mujer rasta durante su período, evita el contacto con los demás, por considerar que la sangre es contaminante.
DREADLOCKS
El cabello se lo dejan crecer en dreadlocks, o rizos largos, imitando el peinado del guerrero masai, o aludiendo a la fuerza de Sansón, y otros como un voto religioso, o simplemente porque les gusta el estilo. Algunos usan sombreros tejidos que llaman "corona".
No usan químicos y fabrican aceites, esencias y productos naturales para el cabello.
El incienso se usa en las casas para atraer energía y purificar.
"Las mujeres son consideradas como hermanas, y cuando están casadas, como emperatrices", dice Gilberto Toro.
"El consumo de animales tiende a crear toxinas en el sistema y la dimisión prematura del ser", explica Ricardo Richards. Algunos rastas no consumen ningún producto animal,otros comen pescado o carnes blancas, no carnes rojas, ni cerdo, considerado un animal "impuro".
GANJA

Un aspecto polémico sobre esta cultura, es el consumo de mariguana o ganja. Al respecto, Toro opina que "siempre tratan de proyectar la figura del rasta con un tabacón, como una persona improductiva, que siempre está high, y que va: en ésto lo que vas a encontrar es seriedad".
El rasta fuma ganja por una razón espiritual. Antes era imposible ser rasta sin consumir, pero cada vez son más los que no lo hacen por considerarlo innecesario.
No todos se dedican a la venta de artesanías. También hay emprendedores que tienen negocios, como Joe, propietario de un restaurante vegetariano. Hay profesionales en diversas carreras y otros que aún están estudiando. Jahsuri, además de ser profesora, diseña ropa, escribe poesía, canta y piensa grabar un disco próximamente.
Para el rasta, "el sistema babilónico", compuesto por los sistemas económico, educativo y político actual, no ayuda a la sociedad a desarrollarse, sino que la lleva a la opresión.
Los rastafaris han sido objeto de discriminación en lugares públicos, y principalmente en las escuelas donde obligan a los niños a cortarse el cabello, lo mismo pasa a los adultos al buscar empleo. Este año, la Alianza Rastafari se reunió con el Defensor del Pueblo para discutir estas situaciones.
Según Toro, hay un slogan que dice: "El rasta es un hombre con apariencia del pasado, que vive en el presente y camina hacia el futuro". En ese sentido, la comunidad rasta en Panamá tiene la meta de construir en el futuro, una granja de productos orgánicos, pensando algún día en la exportación, y crear una villa rastafari de ambiente ecológico, donde se puedan reunir los "hermanos" libremente.

REPRESENTACIONES

LA HOJA DE GANJA: simboliza la naturaleza, el vínculo entre la tierra y lo espiritual.
LEÓN DE JUDÁ:es el símbolo del emperador Haile Selassie, "rey entre reyes". El rasta se considera un león por la melena, el coraje y el orgullo.
BABILONIA: es la estructura del poder político y económico que ha mantenido a la raza negra oprimida durante siglos, primero con la esclavitud, y ahora con la pobreza, la injusticia y la ignorancia.

miércoles, diciembre 07, 2005

LA PRESENCIA AFRICANA EN CHILE (1º parte)

Ensayo Por Virginia Vidal
Presentación
Es triste constatar que a más de veinte años, sigue vigente el prejuicio racial en un país donde todo humano viviente que no tira flecha, toca tambor, como en el resto del continente americano. Este trabajo fue escrito en Moscú. La idea nació mientras acompañaba a los exiliados compatriotas a renovar pasaportes en el consulado chileno en Belgrado; allí había folletos de tipo turístico sobre Chile que comenzaban diciendo: “Chile es un país de raza blanca”.
Cuando apareció este ensayo en Araucaria, un respetado compañero del exilio chileno en Venezuela, ex diplomático, me regañó diciéndome si yo estaba demente al suponer que los chilenos teníamos sangre africana. Tampoco faltó una ilustre compatriota que lloraba a mares porque la habían asaltado a ella y a su marido, al que le quitaron el reloj pulsera; sumida en el estupor la oí decirme entre sollozos: “y lo pero es que los desgraciados eran negros...”
No olvidemos que primer conquistador que entró a nuestro territorio no sólo venía con ciento cincuenta esclavos más su propia esposa, Malgarida de Almagro, todos africanos, de modo que podemos decir sin lugar a error ni duda que nuestra descubridora fue una africana.
Agradezco a los profesores y a la Biblioteca del Instituto Leninista que poseían los libros de autores chilenos.
La Presencia Africana en Chile
"Luego llegó el verdugo diligente,
que era un negro gelofo 1 mal vestido
el cual viéndole el bárbaro presente
para darle la muerte prevenido,
bien que con rostro y ánimo paciente
las afrentas demás había sufrido,
sufrir no pudo aquella, aunque postrera
diciendo en alta voz desta manera:

»¿Cómo? ¿Que en cristiandad y pecho honrado
cabe cosa tan fuera de medida,
que a un hombre como yo tan señalado
le dé muerte una mano así abatida?”

Canto XXXIV de La Araucana: Suplicio de Caupolicán,
Alonso de Ercilla (1533-1594.)


¿Existen descendientes africanos en Chile? ¿Hay alguna base para suponer que nuestro país, a diferencia del resto del continente, está exento de la presencia africana? Un desconocido militar afirmaba con satisfacción allá por el año 1963: "Gracias a las características del clima chileno la raza negra no se ha desarrollado". Añadía que la unión indígena española había dado un "linaje blanco" que se podía llamar “raza chilena” 2.

Exactamente diez años después, ese mismo militar encabezaría el golpe fascista, asesinando al presidente Allende y a miles de chilenos. Esa represión también era la puesta en práctica de las teorías racistas del general Augusto Pinochet.

El periodista Rolando Carrasco testimonia en su libro Prigué las palabras que el oficial de Ejército, capitán Fuschlocher, apodado "el Príncipe", lanzó a los prisioneros políticos concentrados en el Estadio Chile: "Se acabaron los sindicatos, señores, y el desorden. Ahora habrá que trabajar y producir. No más mítines y desfiles. Tampoco aceptaremos nunca más a los extranjeros en nuestro territorio. Resaca venida de otras tierras no la queremos. Que se guarden sus inmundicias en sus países. ¿Escuchó la cloaca extranjera? Nuestra raza chilena es noble y bella. Debemos limpiar nuestra sangre de las mezclas inferiores que la estaban degenerando. Fuera los judíos y los negros, sí, señores''3.

Esta "declaración de principios" del régimen de Pinochet se complementó con el profuso empapelamiento de la ciudad con afiches que mostraban a los extranjeros detenidos con un gran titular: "Asesinos de chilenos".
El apartheid, la discriminación racial, no sólo contra los extranjeros en Chile, sino también contra los mapuche —decreto de marzo de 1979 que destruye la comunidad y el cultivo colectivo de la tierra desde tiempos precolombinos—, son la impronta del régimen fascista. Pero hay otras manifestaciones.

En el mes de junio de 1979, el presidente de la Corte Suprema, Israel Bórquez, faltó el respeto a los jurados de Columbia que trataban el caso Letelier, diciendo que "los habían elegido por morenitos para que ocultaran el rubor". Como de todo nuestro continente surgió la protesta contra esas expresiones despectivas y groseras, el pintoresco personaje, en vez de dar excusas, persistió en su actitud racista. Mostró la hilacha sin disimulo. "No quise ofender a los mulatos —dijo—, ni mucho menos a las mulatas. Si tuviera unos cuantos años menos, me encantaría ir al carnaval de Río. Las mulatas son lo mejor que hay en la plaza". Típico de los racistas: ver a la mujer de origen africano o mestiza sólo como apetecido objeto sexual.

Carmen Grez, de la Secretaría de la Mujer, quien llegó a perfilarse como ministra del Gobierno, expresó en entrevista pública su rechazo al aborto diciendo que "no lo aceptaría" aun si su hija fuera violada por un negro.

Lo cierto es que estos fascistas criollos, que presumen de su "linaje blanco", olvidan deliberadamente que desde el momento mismo en que el primer español puso pie en tierra chilena, también lo pusieron los africanos.
Diego de Almagro llegó en marzo de 1536 con 240 españoles, 1.500 indígenas y 150 esclavos negros4.

Más tarde, de los 150 soldados que venían con Pedro de Valdivia, traían esclavos negros él mismo, Bartolomé Flores, Francisco de Aguirre, Jerónimo de Alderete, Pedro Gómez de don Benito, Gonzalo de los Ríos, Juan Negrete, Pedro y Francisco de Villagra5. Hay pruebas de que esos esclavos quedaron sin descendencia6.

De ahí en adelante, el joven país siguió nutriéndose de sangre africana. Y cuando la metrópoli española trató de impedir este torrente, los señores acudían al contrabando con tal de no carecer de esclavos. Los trajeron provenientes de Angola, Mozambique, Cabo Verde, isla Santo Tomé, Biafra, Guinea y otras regiones de África. Eran designados con el nombre de la localidad de extracción, del río o pueblo. Por eso Ercilla habla del "negro gelofo", que ejerce como verdugo de Caupolicán.

Ya el censo que el obispado de Santiago hizo en 1778, acusaba la presencia de 21.583 negros, zambos y mulatos (este obispado abarcaba desde el desierto de Atacama hasta el Maule). El único censo que se conoce del obispado de Concepción es de 1812 y arroja la cifra de 7.917 negros puros, mestizos, mulatos y zambos en esa región7.

En vísperas de la Independencia, en 1810, de los 800.000 habitantes que tenía Chile, 12.000 eran de reconocido origen africano.

Continuara.............